Este libro evalúa la relación entre los flujos de remesas y la inversión en la economía local. Los estudios son variados y se refieren a países como Ecuador, México, Jamaica, Guatemala y El Salvador. Analizando a fondo los efectos de las remesas en cada caso particular. Por ejemplo en Ecuador, en la población de Catamayo se apunta que el 14% de la población adulta recibe remesas de familiares viviendo en los Estados Unidos, que las remesas se han incrementado 13 veces en una década, que las remesas mitigan los efectos de la pobreza en las familias de más bajos ingresos y que el uso para inversión de largo plazo de las remesas significa un 22% del flujo total. En el caso de Suchitoto, El Salvador, una microfinanciera que estuvo al borde de la bancarrota pasó de $19.50 dólares de utilidad en 2003 a $9846 dólares en 2005, gracias al ingreso por remesas que reciben los habitantes. En otros países el impacto de las remesas es muy diferente, como se podrá apreciar tras una lectura cuidadosa de este interesante libro.